Cambiando un poco de tercio en mis últimas publicaciones....voy a hacer una reflexión.
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Todos los días nos quieren hacer beber venenos varios, tal vez más dañinos que los venenos que nos matarían físicamente, porque lo que nos matan es el alma y el corazón, los cuales perecen de una muerte lenta, desprendiéndose de cada esperanza como si fuese un árbol hasta que cae la ultima hoja quedando solo vacío.
El odio es el primer veneno del que todos bebemos alguna vez a lo largo de la vida. Y uno de los más peligrosos porque lleva a la ira y a la venganza. El odio es el hermano gemelo oscuro del amor, no se odia nada que no se haya querido antes o al menos que no se haya deseado querer. El odio es la única cosa que creemos que destruye a los demás, pero que al final a la única persona que le seca el corazón es a ti. El odio es un desperdicio del corazón otorgarle a alguien un valor que no tendrá jamás. Si alguien ha hecho algo para que lo odies entonces es que sencillamente no merece ni un segundo de tu tiempo, ni uno solo de tus pensamientos y aun menos que desperdicies tu corazón, tu capacidad de amar en alguien que seguramente no llegue ni a persona.
Los prejuicios son el segundo veneno que nos bebemos todos tenemos o hemos tenido prejuicios alguna vez en la vida o hemos juzgado a alguien sin saber sus motivos, lo que ha pasado o el daño que le han hecho. Pero también es error nuestro que nos importen y caer en ellos. El prejuicio es la desconfianza injustificada sobre aquello que se desconoce, no se comprende o sencillamente se envidia por no tener el valor necesario a ser tu mismo. Porque al final la única persona que tiene poder para juzgar tus actos eres tu mismo y tu eres la única persona con la que inevitablemente tendrás que vivir toda tu vida y la única responsable de tu propia felicidad. Los demás deben contribuir y respetarte, pero la primera felicidad y respeto nacen en uno mismo.
El vivir anclados al pasado es el tercer veneno que nos impide avanzar, vivir plenamente o ser felices. El pasado ya pasó y solo sirve como lección, no es tiempo para quedarse a vivir. Que las cosas salieran mal en el pasado no quiere decir que no vayan a salir bien nunca, que te dañaran en el pasado y te traicionaran, no quiere decir que nadie merezca la pena ni que el amor sea una mierda, solo quiere decir que le diste amistad, amor, confianza a quien no la merecía y a quien solo quería utilizarte aprendiendo con ello una gran lección, en el fondo deberíamos estarles agradecidos a todas las personas que se esmeraron en intentar hundirnos, por hacernos más fuertes y enseñarnos una valiosa lección. No hay mal que cien años dure y el peor día de tu vida durará 24h como todos los demás. De ti depende si coges un mal día y decides sonreír hasta que sea bueno, toda oscuridad tiene algo de luz. Solo tu dentro de ti, tienes lo necesario para ser feliz y continuar siempre adelante, lo único correcto para ti es lo que te dicte tu corazón y tu cabeza. Lo que opinen los demás es solo eso una opinión que debe cogerse siempre como algo constructivo y si la intención de quien la ha dado era destruir pues que entre por un oído y salga por el otro.
Y ahora el antídoto para todos los males del corazón para todo lo que mata el alma, AMOR el amor que todas las personas llevamos dentro, una sonrisa sincera, una canción en el corazón y pequeños actos de bondad sin esperar compensación, sin esperar que te vean o que los demás estén obligados a hacerte feliz o compensarte o ayudarte. Nadie tiene culpa de lo malo que te haya pasado en la vida, así que empieza tu por sonreír a los demás, por ser la clase de persona que quieres que sean contigo y entonces solo entonces el mundo brillará un poco más. Y como tanto los buenos como los malos actos tienen repercusión en los demás, haciendo tu parte contribuyes a que los demás también quieran hacer la suya y entre todos intentar que nuestro rincón de mundo sea lo más agradable posible.
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Todos los días nos quieren hacer beber venenos varios, tal vez más dañinos que los venenos que nos matarían físicamente, porque lo que nos matan es el alma y el corazón, los cuales perecen de una muerte lenta, desprendiéndose de cada esperanza como si fuese un árbol hasta que cae la ultima hoja quedando solo vacío.
El odio es el primer veneno del que todos bebemos alguna vez a lo largo de la vida. Y uno de los más peligrosos porque lleva a la ira y a la venganza. El odio es el hermano gemelo oscuro del amor, no se odia nada que no se haya querido antes o al menos que no se haya deseado querer. El odio es la única cosa que creemos que destruye a los demás, pero que al final a la única persona que le seca el corazón es a ti. El odio es un desperdicio del corazón otorgarle a alguien un valor que no tendrá jamás. Si alguien ha hecho algo para que lo odies entonces es que sencillamente no merece ni un segundo de tu tiempo, ni uno solo de tus pensamientos y aun menos que desperdicies tu corazón, tu capacidad de amar en alguien que seguramente no llegue ni a persona.
Los prejuicios son el segundo veneno que nos bebemos todos tenemos o hemos tenido prejuicios alguna vez en la vida o hemos juzgado a alguien sin saber sus motivos, lo que ha pasado o el daño que le han hecho. Pero también es error nuestro que nos importen y caer en ellos. El prejuicio es la desconfianza injustificada sobre aquello que se desconoce, no se comprende o sencillamente se envidia por no tener el valor necesario a ser tu mismo. Porque al final la única persona que tiene poder para juzgar tus actos eres tu mismo y tu eres la única persona con la que inevitablemente tendrás que vivir toda tu vida y la única responsable de tu propia felicidad. Los demás deben contribuir y respetarte, pero la primera felicidad y respeto nacen en uno mismo.
El vivir anclados al pasado es el tercer veneno que nos impide avanzar, vivir plenamente o ser felices. El pasado ya pasó y solo sirve como lección, no es tiempo para quedarse a vivir. Que las cosas salieran mal en el pasado no quiere decir que no vayan a salir bien nunca, que te dañaran en el pasado y te traicionaran, no quiere decir que nadie merezca la pena ni que el amor sea una mierda, solo quiere decir que le diste amistad, amor, confianza a quien no la merecía y a quien solo quería utilizarte aprendiendo con ello una gran lección, en el fondo deberíamos estarles agradecidos a todas las personas que se esmeraron en intentar hundirnos, por hacernos más fuertes y enseñarnos una valiosa lección. No hay mal que cien años dure y el peor día de tu vida durará 24h como todos los demás. De ti depende si coges un mal día y decides sonreír hasta que sea bueno, toda oscuridad tiene algo de luz. Solo tu dentro de ti, tienes lo necesario para ser feliz y continuar siempre adelante, lo único correcto para ti es lo que te dicte tu corazón y tu cabeza. Lo que opinen los demás es solo eso una opinión que debe cogerse siempre como algo constructivo y si la intención de quien la ha dado era destruir pues que entre por un oído y salga por el otro.
Y ahora el antídoto para todos los males del corazón para todo lo que mata el alma, AMOR el amor que todas las personas llevamos dentro, una sonrisa sincera, una canción en el corazón y pequeños actos de bondad sin esperar compensación, sin esperar que te vean o que los demás estén obligados a hacerte feliz o compensarte o ayudarte. Nadie tiene culpa de lo malo que te haya pasado en la vida, así que empieza tu por sonreír a los demás, por ser la clase de persona que quieres que sean contigo y entonces solo entonces el mundo brillará un poco más. Y como tanto los buenos como los malos actos tienen repercusión en los demás, haciendo tu parte contribuyes a que los demás también quieran hacer la suya y entre todos intentar que nuestro rincón de mundo sea lo más agradable posible.
Llamame en cuanto leas esto. Es importante
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